Observaciones desde un café

Otra vez tú con tu letrero, otra vez yo con mi café.

Es cuando te dedicas a tu labor, cuando lo único que existe para ti es la persona con la que tienes contacto, que llega el momento en el que te observo, me abstraigo, y sueño con que llegue mi turno.

Otra vez yo con mi café, es cierto, debo cambiar de disfraz. Mañana seré una lectora y no una adicta a la cafeína. ¿Notarás que nunca lo bebo? No lo creo, solo soy un cliente más de la cafetería, un transeúnte, una mirada curiosa, supongo que recibes muchas.

¿Qué día era ayer? No lo recuerdo, solo sé que hoy he traído un periódico: me pareció apropiado para mi labor, en las películas siempre se espía con este. Solo me alivia que aunque no sé qué día de la semana es, mi despertador sonó como todos los días que tengo que trabajar, los días en los que al final del día, de camino a casa, puedo pretender que me gusta la cafetería que da a la plaza y te veo. Por eso odio los fines de semana, siempre me pregunto en dónde estarás.

Creo que lo imaginé: ayer el momento fue más largo, tal vez así lo quiero creer para no sentirme como una persona más de las que pasan diariamente por tu vida, o tal vez porque necesito aferrarme a algo ahora que sé es sábado. ¿Cómo se pasa más rápido el tiempo?

Domingo. Un reportaje en las noticias me hace sonreír, hay más como tú en el mundo. Ojala nunca te descubran, de esa forma puedo conservarte para mí, me da miedo que alguien más lo note y también quiera tomar café.

Descubrí que no sé si me gustan los lunes, me gusta verte, pero el día es eterno, lleno de distracciones y mediocridades. Creo que los que me rodean ya lo empezaron a notar; los lunes no puedo hacer cosas productivas, ahora me dejan con poco trabajo y el día es aun más eterno.

Martes, otra vez yo con mi café y tú con tu letrero. El periódico no funcionó, me costaba mantenerlo firme, aun no tengo la edad reglamentaria para adquirir esa cualidad.

El lema del día, una canción: “y no puedes saber cuán fuerte es el poder de un abrazo”. Odio más los miércoles que los fines de semana.

“Estás obsesionada con algo”, eso me dijeron; yo me pregunto: ¿Qué es una obsesión? De verdad necesito saberlo pero no quiero saber que en realidad no te quiero, me gusta creer que es posible sentir sin las palabras.

Ayer me di cuenta de algo, no conozco tu voz, esa es la nueva tarea de fin de semana, imaginarme cómo dices “hola”.

- Si no te gusta el café permite que otro lo tome –me petrifico en mi posición, observándote tomar el café que debe estar frio. Lo terminas sin comentarios y vuelves a tu lugar, en mi cabeza solo gira una idea, “aun no sé como dices  ”.

Ya desperté de mi letargo, llevo exactamente 17 horas y 23 minutos procesando lo sucedido, repitiendo una y otra vez tus palabras en mi mente, ahora viene lo más difícil: saber cómo voy a reaccionar.

Odio a mi jefe, al mundo, a mi trabajo, a mis compañeros, a la vida, a las necesidades básicas, al tiempo, a los cumpleaños, odio a los seres humanos. Hoy es el cumpleaños de mi jefe, celebración en restaurante elegante, regalo costoso, día sin verte.

Siguiente día. Después de la tortuosa espera, casi corro con mis tacones altos, esos que me obligan a usar en la oficina porque hacen parte del protocolo pero solo retrasan mis pasos,  yo con mi café y tú... tú no estás.
Tomaré las riendas del asunto, llevas tres días sin aparecer, físicamente no lo soporto más. Sólo debo resistir al fin de semana.

Hoy, yo con tu letrero, tú... sin aparecer. Nunca creí que hacer lo que tú haces fuera tan difícil, pero es reconfortante, hay personas que de verdad lo necesitan. Ironías, yo necesito uno en este momento.

De nuevo yo con tu letrero. Me preguntaron por ti, odio decirlo, pero yo tampoco sabía dónde estabas, deberías estar aquí.

Yo contigo, tú con mi café, el letrero en el suelo y la gente afuera preguntándose, ¿dónde están los abrazos gratis?


Gracias a  Eri  por la edición

Cuando uno crece

Cuando uno crece se va convirtiendo en esas cosas que dijo que nunca sería.

Nos volvemos como nuestros padres, nos empieza a molestar el ruido, decidimos que "estos niños de ahora no tienen respeto por nada" y cosas mucho menos trascendentales que en algún momento decidimos nunca ser.

Por ejemplo, solía decirle a mi mamá cuando se pintaba el pelo que yo nunca lo haría porque ser natural estaba mejor. Ahora soy pelirroja y por primera vez en mi vida de verdad me gusta mi cabello.

Cuando hacemos esas cosas que nunca creímos que haríamos está bien si nos hacen felices, si descubrimos que en realidad era una resistencia absurda a algo que ni siquiera habíamos probado. Ahora bien, cuando dijimos que nunca haríamos algo que no nos gustara o que no nos hiciera felices, no hay excusa para hacerlo, no es una resistencia absurda, son los instintos que decidimos ignorar para convertirnos en lo que los demás quieren que seamos.

Siempre odié a las personas que hacían eso, que decidían ser infelices a costa de hacer lo que no querían, lo que les tocaba, lo que se esperaba de ellos. Cuando uno crece cree que eso es más importante pero entonces la pregunta es, ¿de verdad es eso crecer?

Yo creo que no, yo creo que cuando uno de verdad crece entiende que es más importante la felicidad, porque todo lo demás al final no queda, ni el dinero, ni el poder, ni el novio por el que uno "cambió", ni los amigos que nunca entendieron qué nos hacía feliz y que no.

Hoy crecí un poco, decidí que el trabajo por el que me pagan no me hace feliz, no vale la pena. Así que voy a renunciar, porque este es el momento, el dinero no es suficiente, nunca lo es. Cuando uno crece también entiende eso.

Hoy soy un poco más feliz que ayer, porque sé que mañana es mi ultimo día y porque no me odiaré a mi misma por convertirme en uno de esos horribles adultos que todavía no han crecido.

Así que, cuando uno crece entiende qué necesita para ser feliz y más importante aún, lo hace.


De Hinchadas

No, no me gusta el fútbol colombiano, por mucho que me digan que es falta de patriotismo eso no va a hacer que me guste, la razón es bastante simple, no es bueno, es aburrido, monótono y feo; no hay suficiente motivación para los jugadores, los comentaristas se dedican a hacer trabajo de bufones; la gente no tiene cultura para verlo (y pasan cosas como los actos de vandalismo o enfrentamientos entre los hinchas); las canchas no soportan un invierno y terminan vueltas mierda... podría seguir.

Para mí el fútbol es estética, emoción, trabajo en equipo, estrategia, habilidad y resistencia, cosas de las que carece el fútbol colombiano.

Si me preguntan de qué equipo soy hincha digo que del Barcelona (desde mucho antes que se convirtiera en el equipo que es ahora), sí es de España y no me importa, apoyo al Once Caldas porque es de la tierra y DETESTO a los "hinchas" que cambian de equipo cada temporada dependiendo de quien se vea opcionado para ganar.

Respecto a esto ultimo, esa la razón de mi nota. Yo molesto mucho a los hinchas de millonarios, les digo que es una decepción que personas tan inteligentes (ustedes saben quienes son) sean hinchas de un equipo tan malo, pero en realidad los respeto mucho, son una de las hinchadas más fieles del país (por no decir que la más fiel) porque la mayoría aprendieron a querer el equipo en las malas, perdiendo continuamente, al borde del descenso, con problemas financieros, malos jugadores, pésimos directivos, sin clasificar a octavos y aún así la venta de las acciones (hablando desde mi muy limitado conocimiento del tema) fue un éxito, vuelven a perder y ahí están.

Hoy vi un comentario en twitter alusivo a que preferirían ser hinchas de Millonarios que de Santa fe porque al menos los azules clasificaron, aunque dicho comentario venía de una persona que no le va a ninguno de los dos equipos, me hizo recordar por qué odio a los hinchas de moda que desconocen al equipo cuando pierden.

Les tengo una noticia, ningún equipo es infalible (ni el Barcelona), ningún equipo estará en la cima por siempre, pero su integridad sí que es permanente. Si no pueden ser consecuentes con algo tan básico como un juego (porque sigue siendo un juego) no me quiero ni imaginar como serán con las demás decisiones de su vida.

Mensajes Subliminales

Si están esperando una entrada religiosa, fanática o de teoría conspirativa elaborada devuelvanse por donde vinieron que aquí no es.


Hay canciones que algo hacen con nuestra mente, se meten en lo mas profundo y ahí se quedan, pero no, no son esas canciones que están pensando, no son las que nos recuerdan a alguien o significan mucho para nosotros, son otras más peligrosas, como estas:




La campaña ha mejorado mucho, digo, es una genialidad mandar a dormir a los niños con una canción pegajosa que no tenga más de diez años al aire, seguramente dentro de algunos años alguien en algún lugar estará diciendo lo mismo que yo, pero ahora hay que reconocerlo.

El cuento con la canción pegajosa es que ahora ya no me "voy a dormir" sino que "me voy a desenchufar que mañana el mundo voy a salvar", ¿A nadie se le ha ocurrido que nos están lavando el cerebro? 

A mí sí y no se a ustedes pero me preocupa porque no se qué quieren que haga, si me descuido me pueden dar ganas de ir al ejercito, votar por la reelección de Santos, defender a los Nule o ponerme a estudiar.



Miguel de Unamuno

Aunque parezca que lo creo, en realidad no pienso que el mundo sea de chocolate, pienso que mis delirios lo son, porque en ellos sólo cabe lo que yo quiero, hoy quiero dejar entrar un chocolate amargo,  derretido por el sol y acechado por moscas.


Vean el documental "Morir en Madrid" no porque yo lo digo sino porque necesitamos historia, necesitamos humanidad y sobre todo, compasión. El documental trata el tema de la guerra civil española uno de los episodios más tristes de la humanidad eclipsado por la segunda guerra mundial y esa concepción que tenemos de que lo internacional es más grande.


En el documental, mencionan el siguiente episodio con Miguel de Unamuno


"Como rector de la Universidad de Salamanca, se encontró al principio de la guerra civil en territorio nacionalista. Todavía el 15 de Septiembre, continuaba apoyando el movimiento nacionalista en su “lucha por la civilización contra la tiranía”. Pero el 12 de Octubre había cambiado. En esta fecha, día de la Fiesta de la Raza, se celebró una gran ceremonia en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Estaba presente el obispo de Salamanca, se encontraba allí el gobernador civil, Asistía la señora de Franco. Y también el general Millán Astray. En la presidencia estaba Unamuno, rector de la Universidad. Después de las formalidades iniciales, Millán Astray atacó violentamente a Cataluña y a las provincias vascas, describiéndolas como “cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos”. Desde el fondo del paraninfo, una voz gritó el lema de Millán Astray: “Viva la muerte”. Millán Astray dio a continuación los habituales gritos excitadores del pueblo: “¡España!”, gritó. Automáticamente, cierto número de personas contestaron: “Una “. “¡España!”, volvió a gritar Millán Astray. “¡Grande!”, replicó su auditorio, todavía algo remiso. Y al grito final de “¡España!” de Millán Astray, contestaron sus seguidores “¡Libre!”. Algunos falangistas, con sus camisas azules, saludaron con el saludo fascista al inevitable retrato sepia de Franco que colgaba de la pared sobre la silla presidencial. Todos los ojos estaban fijos en Unamuno, que se levantó lentamente y dijo: “Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso – por llamarlo de algún modo – del general Millán Astray que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo – y aquí Unamuno señaló al tembloroso prelado que se encontraba a su lado – lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona”. Se detuvo. En la sala se había extendido un temeroso silencio. Jamás se había pronunciado discurso similar en la España nacionalista. ¿Qué iría a decir a continuación el rector? “Pero ahora – continuó Unanumo – acabo de oír el necrófilo e insensato grito, “Viva la muerte”. Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo como se multiplican los mutilados a su alrededor.” En este momento, Millán Astray no se pudo detener por más tiempo, y gritó: “¡Abajo la inteligencia!” ¡Viva la muerte!”, clamoreado por los falangistas. Pero Unamuno continuó: “Este es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho.” Siguió una larga pausa. Luego con un valiente gesto, el catedrático de derecho canónico salió a un lado de Unamuno y la señora de Franco al otro. Pero esta fue la última clase de Unamuno. En adelante, el rector permaneció arrestado en su domicilio. Sin duda hubiera sido encarcelado, si los nacionalistas no hubieran temido las consecuencias de tal hecho. Unamuno moría con el corazón roto de pena el último día de 1936.” 


Entonces yo me pregunto ¿Viva la muerte y que muera la vida? 




Carta a las escritoras tercermundistas (fragmentos)

Me han puesto a leer unos fragmentos que quiero compartir, el texto en su totalidad aunque vale la pena leerlo me pareció un tanto radical y por eso no lo pongo completo (además por su longiitud) en todo caso Anzaldúa (Escritora "chicana", como ella misma se llama, en un mundo hostil donde es rechazada continuamente por su condición de mujer y su lengua nativa) tiene algunas genialidades que pongo a continuación:


¿Por qué me siento tan obligada a escribir? Porque la escritura me salva de esta complacencia que temo. Porque no tengo otra alternativa. Porque tengo que mantener vivo el espíritu de mi rebeldía y de mí misma. Porque el mundo que creo en la escritura me  compensa por lo que el mundo real no me da. Al escribir, pongo el mundo en orden, le doy una agarradera para apoderarme de él. Escribo porque la vida no apacigua mis apetitos ni el hambre. Escribo para grabar lo que otros borran cuando hablo, para escribir nuevamente los  cuentos malescritos acerca de mí, de ti. Para ser más íntima conmigo misma y contigo. Para descubrirme, preservarme, construirme, para lograr la autonomía. Para dispersar los mitos que soy una poeta loca o una pobre alma sufriente. Para convencerme a mí misma que soy valiosa y que lo que yo tengo que decir no es un saco de mierda. Para demostrar que sí puedo y sí escribiré, no importan sus admoniciones de lo contrario. Y escribiré todo lo inmencionable, no importan ni el grito del censor ni del público.

Finalmente, escribo porque temo escribir, pero tengo más miedo de no escribir. El acto de escribir es el acto de hacer el alma, alquimia. Es la búsqueda de una misma, del centro del ser, que nosotras como mujeres hemos llegado a pensar como el "otro" -lo oscuro, lo femenino.

[…]"Pluma, me siento en casa haciendo una pirueta con su tinta, meneando las  telarañas, dejando mi firma en las vidrieras. Pluma, cómo pude haberte temido. Estás absolutamente domesticada pero estoy enamorada de tu salvajismo. Tendré que dejarte cuando te pongas obvia, cuando pares de perseguir polvaredas. Lo más que me engañas, lo más que te quiero. Es cuando estoy cansada y he tomado demasiada cafeína o vino que atraviesas mis defensas y dices más de lo que intentaba. Me sorprendes, me estrujas hasta reconocer alguna parte de mí que había ocultado hasta de mí misma". (Entrada en el diario)

[…]Escribir es confrontar nuestros demonios, verlos a la cara, y vivir para escribir de ellos. El miedo actúa como un imán, saca los demonios del closet y se meten en la tinta de nuestras plumas.

El tigre que cabalga sobre nuestras espaldas nunca nos deja solas. Pide que escriba constantemente hasta que empecemos a sentirnos que somos vampiras chupando la sangre de una experiencia demasiado fresca, que estamos chupando la sangre de la vida para darle de comer a la pluma. Escribir es la cosa más arriesgada que he hecho y la más peligrosa.

[…]la escritura me posee y me propulsa a saltar hacia un lugar sin tiempo, sin espacio, donde me olvido de mí misma y me siento parte del universo. Esto es el poder.

[…]"Escribe con tus ojos de pintor, con oídos de músico, con pies de danzante.  Tú eres la profeta con pluma y antorcha. Escribe con lengua de fuego. No dejes que la pluma te destierre de ti misma. No dejes que la tinta se coagule en el bolígrafo. No dejes que el censor apague la chispa, ni que las mordazas te callen la voz. Pon tu mierda en el papel".


[…]Busca la musa dentro de ti misma. La voz que se encuentra enterrada debajo de ti, desentiérrala. No seas falsa, ni trates de venderla por un aplauso, ni para que te publiquen tu nombre.

Si lo leyeron bien, si les gustó, mejor



E.T.

Una de las preguntas más difíciles que me han hecho es "¿que piensas de mi?" y no precisamente por la pregunta en sí sino por el miedo a decepcionar a esa persona. No, no me importa lo que los demás piensen porque los demás son eso "los demás", me importa lo que piensan las personas que quiero, me importa que sepan que así despistada, desequilibrada, desordenada y dramática su felicidad hace parte de la mía, evito las decepciones a toda costa porque sólo se decepcionan quienes esperan algo de ti y sólo esperan algo de ti aquellos a quienes se lo permites.

Volviendo al tema, evité por mucho tiempo la respuesta a la pregunta porque quería una respuesta perfecta, hasta que me di cuenta que intentando no decepcionarla ya lo estaba haciendo, así que la respondí, nunca he estado conforme con eso, hoy planeo remediarlo.

Ahora sí, a lo que vinimos vamos.

La mayoría de personas se pasan la vida buscando a su alma gemela, esperando que sea la persona con la que van a pasar su vida, alguien que los entienda y los ame conociéndolos, ¿porque siempre creemos que es una pareja sentimental? yo estoy segura que no es así, mi alma gemela es mi mejor amiga y es algo que cada día corroboro, sobre todo cuando sigue ahí a pesar de saber quien soy.

En Grey's Anatomy (mi serie favorita) dos de los personajes principales, Cristina Yang y Meredith Grey, tienen una relación que en muchas ocasiones ha explicado mejor lo que intento decir, una vez, el esposo de una de ellas le explico al esposo de la otra que ellas eran como E.T. y Elliot (sólo por aclarar, yo soy Elliot y ella es E.T.) porque tenían una conexión que ellos podían intentar comprender pero que no pasaban de ser más que los hombres en traje blanco, una especie de intrusos.

Así que bueno, mi mejor amiga es mi extraterrestre favorita, un momento, ese no era el punto, quería decir que tenemos una conexión que va más allá de lo físico, el que no me crea que nos vea jugando "Pictionary".

Si me preguntan que pienso de ella puedo decir que es la familia que escogería en todas las vidas porque sé que es uno de los pedazos mas grandes de mi corazón, sí ya me puse cursi, es la combinación perfecta de defectos y cualidades (¿quien no tiene defectos?), es egoísta y a veces odia a la humanidad pero se preocupa por el medio ambiente y si tuviera con qué sería la mayor activista de Green Peace, es orgullosa pero no guarda rencores, a veces hasta se le olvida porque solía odiar a alguien, se le suele olvidar confiar en sí misma pero tiene la fuerza suficiente para que a quienes quiere nunca se les olvide quienes son, se ríe del dolor, se desahoga con planes asesinos pero cuando le hace daño a alguien algo dentro de ella muere.

Tal vez lo que mejor la resume es que toda ella es la condensación de las formas de amor.


Gracias por ser una parte de mí y por dejarme ser una parte de ti, ¿todavía tengo que decir que te amo?

Ficha técnica del 2010

La siguiente es una información que lo más seguro es que a nadie importa más que a mi, pero hacía varios años que quería hacer algo como esto para comparar el año siguiente y por fin lo hice.

Kilos pesados: 62, sólo tres palabras para esto, "mierda, mierda, mierda"

Estatura 1.58 y disminuyendo

Cabello: rojo

Manos: 2

Pies: 2

Corazón: de condominio

Neuronas: la mitad y disminuyendo

Memoria: cada vez peor

Carrera Universitaria: 73.3%

Promedio: reservado

Trabajos: 3 de los cuales conservo uno

Amigos: menos que el año pasado y al parecer disminuyendo

Fobias: ninguna

Conciertos: el del Coldplay, el mejor día del año

Propósitos hechos: 1, hacerle una plantilla al blog que tuviera chocolate

Propósitos cumplidos: 1 y me siento orgullosa de eso

Con respecto a los propósitos llegué a una conclusión importante, cuando te propones pocas cosas, frívolas, fáciles y poco profundas al final de año no hay depresión por no cumplirlos, ni arrepentimiento, ni sensación de no haber hecho todo lo que se podía, se siente satisfacción porque todo lo que viene después es ganancia, tal vez a muchos les parezca mediocre esta manera de ver las cosas pero es lo que hay, pocos propósitos, todo lo demás que se logre irá para la ficha técnica, no significa que no quiera hacer muchas cosas, sí, me gustaría viajar, subir el promedio, leer mucho, ver películas, terminar algo de lo  estoy escribiendo, pero soy realista, si me lo propongo no lo logro, me atormento y soy menos feliz.

Al final del año la ficha no arroja muchas luces, seguramente se me escapa información, pero si me preguntan cual es el balance la respuesta es "Sobreviviendo", no fue un buen año, subí de peso, perdí amigos, memoria, neuronas, ganas. Algo bueno se rescata, al menos no pierdo la capacidad de amar, lo cual será siempre sorprendente, conocí personas importantes, encontré un equilibrio y lo perdí de nuevo, en fin que estoy sana y este año puede ser mejor.