Desafío libristico (?)

Apenas hoy vi en el Blog de una de mis amigas un desafio interesante, se trata de leer 50 libros en un año, comprendiendo el periodo entre el 23 de abril de este y el 23 de abril del proximo, a proposito del dia del idioma, dia del libro, de la tierra (creo que eso no viene al caso), me uno al plus propuesto por todavia no se quien, de reseñar en el blog cada libro leido. En fin en Cronicas del desocupe el blog de mi amiga, estan las reglas que copio y pego en esta entrada porque primero son las reglas ._. y segundo estoy falta de imaginacion como para hacer una entrada semi decente que contenga algo mas que el desafio.

1. No leas para llegar a la cifra.
La cosa no es demostrar al mundo que eres un super-lector. La cosa es incentivar de alguna forma la lectura.

2. Nada de rellenos. Debes leer libros que te apetezca leer. Punto relacionado con el anterior. Si lees cosas que no te interesan sólo por el hecho de "llegar a los 50 libros", probablemente no te gustará y sufrirás por terminar el libro. Y eso, probablemente, no sea lo más adecuado para un reto personal. No sé. Parece obvío. Lo mismo alguién disfruta sufriendo mientras lee cosas que no le gustan. Que de gente rara está el mundo lleno, oigan.

3. Algunas relecturas valen. No se quiere decir con esto que te puedas leer el mismo libro 50 veces. Más que nada porque entonces demostrarías tener poquísima cabeza. O algo. Vamos, que no te preocupes si un libro te gustó mucho: te lo puedes volver a leer y entraría en la lista. Yo intento no repetirme pero... alguno hay que he repetido. Y no me siento mal por ello. Y ahora, con vuestro permiso, voy a pegarme latigazos en la espalda. El otro día me volví a leer las instrucciones del mando a distancia de la tele. Si me perdonan...

4. No hay límite de género. Mientras que se parezca remotamente a un libro, puedes leer lo que te dé la real gana. Yo, personalmente, dejo fuera de la lista los comics que leo pero... no tiene por qué. Otros dejan fuera la poesía. Yo... si leyera poesía me lo plantearía.

5. Nada de planificación previa. No puedes decir eso de "Pues después de este, me leeré este y después este" y dejar completamente inmovil esos planes. Si entre medias encuentras algo que quieres leer... No lo dejes esperar y leetelo.

6. Pasa de las reglas. Ehhh... Vale, por mucho que pueda parecer, REALMENTE esta es la sexta regla. Pues eso, haz lo que te venga en gana y si alguna vez consideras algo que signifique romper alguna de las reglas, no te preocupes y haz ese algo.


Preguntas

Gracias a la varicela entré en un estado de pasividad corporal que para desgracia de mi salud mental no llegó a mi cerebro.

Lo que si llegó o bueno llegaron, fueron varias preguntas, a la mayoría no les he encontrado una respuesta satisfactoria, lo cual me frustra y me llevó a la conclusión de por qué me gusta hacer preguntas trascendentales. Esa conclusión está íntimamente relacionada con mi intolerancia al fracaso; a mi mente se le ocurren preguntas como a todo el mundo, el problema es que no aprendí como ese todo el mundo a apagar el mecanismo que de niños teníamos y nos impulsaba a exteriorizar esas preguntas, así que solo dejo que fluyan, porque no tolero que se queden atascadas en mi mente sin intentar responderlas y no soy tan egocéntrica como para ignorar que no las puedo responder sola, en resumen no lo sé todo pero me gustaría saberlo.

Bien ahora puedo pasar a dos de esas preguntas.

La primera, responsable de esta entrada, en realidad no llegó por si sola a mi mente, Ale la plantó, yo la respondí y Teffi sin saberlo nos dio la solución.

Pregunta: ¿Por qué somos tan complicados?

Respuesta: porque somos seres humanos, contradictorios y egoístas por naturaleza.

Solución: “me quiero volver chango”.

La segunda pregunta ha estado en mi mente desde que puedo recordar, pero nadie me ha dado una respuesta que me calme la curiosidad.

Pregunta: ¿Cómo le hacen los sancudos para picarnos con tanta puntería en la oscuridad?

Respuesta: Pendiente

Solución: buscar en google o esperar que alguno de los que me lee sepa la respuesta.

Es así cuando una pregunta trascendental encuentra una respuesta simple y una pregunta simple se queda sin respuesta.